LIDERAZGO SITUACIONAL

Sabemos que el liderazgo se entiendo como el proceso de influir en las actividades que realiza una persona o grupo para lograr un objetivo. Sin embargo hay una pequeña confusión en cuanto al poder y liderazgo, ya que el primero es el potencial de influencia que desarrolla el líder, es el recurso que se le da al líder para lograr que los seguidores cumplan con el objetivo.

Por otro lado tenemos al liderazgo situacional que como bien lo dice la palabra es el aprender a desarrollar eficazmente nuestras propias aptitudes de liderazgo ante una nueva o inesperada situación.

Para entender el liderazgo nos preguntamos cuáles son las capacidades básicas que debe poseer el líder  y  por tanto entramos en la discusión de si el líder nace o se hace, si estas cualidades básicas son innatas o pueden ser aprendidas y por tanto adquiridas.  Esto lo podemos ver en las actitudes mentales de  las personas que ejercen liderazgo  y que tan abierta es la relación entre el líder y sus colaboradores, en donde se podrá observar que existe un conjunto de características en las que coinciden estos, como lo son algunas habilidades o conocimientos adquiridos, las competencias que se tienen para trabajar con otras personas y la capacidad de querer lograr los objetivos de la empresa y saberla transmitir. Pienso que todas estas capacidades varían en cada persona a medida que va adquiriendo experiencia, aunque también muchas personas las pueden tener de manera innata pero al igual las tienen que llevar a cabo para desarrollarlas.

Existen tres estilos de liderazgo; el autoritario, el participativo y el “laissez-faire”, sin embarga en cualquiera de estos influyen dos aspectos importantes para liderar, el primero es el interés por los resultados y el otro el interés por las personas, siendo estos de manera equitativa y si se llevan de manera adecuado el optimo liderazgo. Sin embargo aunque el líder pretenda lograr el liderazgo óptimo, mucha de la responsabilidad la tiene el colaborador y la situación en la que se encuentre y la forma en que realice las actividades o tareas que le han sido asignadas, no solo para actuar con éxito sino también a hacerlo eficazmente.

Dentro del liderazgo situacional encontramos cuatro estilos:

·         Dirigir: que es la conducta de elevada tarea y poca relación, aquí se da una comunicación unilateral, en donde el líder les dice que tarea deben de realizar, como, donde y cuando ha de hacerla el colaborador.

·         Persuadir: hay una conducta elevada de tarea y del mismo modo una elevada relación, existe una comunicación bilateral así como el apoyo emocional para persuadir psicológicamente al colaborador sobre el logro de los objetivos.

·         Participar: es lo contrario al estilo de dirigir, ya que la relación es elevada mientras la tarea es escasa, por esto tanto el líder como el colaborador participan en las decisiones mediante una comunicación bilateral y una conducta flexible por parte del líder, ya que los colaboradores tienen la habilidad y el conocimiento para realizar la tarea.

·         Delegar: tanto la tarea como la relación es escaza, con lo que podemos ver que el colaborador tiene la iniciativa total, ya que el líder delega porque sabe que el colaborador es capaz de realizar las actividades por si mismo y  en gran medida responsable para que se logren alcanzar los objetivos

Ante cada situación hay que saber aplicar un estilo de liderazgo, esto es el liderazgo situacional.  En donde el comportamiento de las personas para determinar el estilo eficaz para tratar distintas situaciones.